Pocas veces en la etapa "democrática", ni en los peores tiempos del aznarismo, ni del felipismo, ha dado tanta vergüenza la tendenciosidad descarada, la manipulación manifiesta y la tergiversación sistemática como da en estos tiempos la televisión pública (pagada con los impuestos de todos) madrileña, Telemadrid.
Telemadrid es la voz fascistoide y caciquil de su ama, la inigualable (ni falta que hace) Esperanza Aguirre, hábil manipuladora, gran demagoga y sonrojante populista. La quintaesencia de la caradura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario