Este poema lo pusimos un día en este blog, para hablar del horrible Holocausto. Ahora nos sirve para hablar de otro crimen bestial (no tanto, obviamente, como el que se cometió contra los judíos). Entre 1957 y 1963, el gran poeta Jorge Guillén publica "Clamor", que contiene este magnífico poema sobre Anna Frank, curiosamente una niña judía:
La afirmación humana
(Anna Frank)
En torno el crimen absoluto. Vulgo,
el vulgo más feroz,
en un delirio de vulgaridad
que llega a ser demente,
se embriaga con sangre,
la sangre de Jesús.
Y cubre a los osarios
una vergüenza universal: a todos,
a todos nos sonroja.
¿Quién, tan extenso el crimen,
no sería culpable?
La noche sufre de inocencia oculta.
Y esa noche tú, por ti alborada,
a un cielo con sus pájaros tan próxima,
a pesar del terror y del ahogo,
sin libertad ni anchura,
amas, inventas, creces
en ámbito de pánico,
que detener no logra tus esfuerzos
tan enérgicamente diminutos
de afirmación humana:
Con tu pueblo tu espíritu
-Y el porvenir de todos.
(Jorge Guillén: "Clamor")
2 comentarios:
La barbarie del ser humano se remonta a lejanos horizontes...Siempre la cometen los pueblos poderosos, los señores de la guerra contra los oprimidos, los parias de la tierra, los que no pueden defenderse, los niños, los inocentes. Las víctimas de la historia siempre son niños y hombres harapientos: en las Galias, en la España de Franco (la de las cárceles y las cunetas), en los campos de exterminio nazis, en Bagdad, en Bosnia, en Palestina, en áfrica... El poeta, como decía celaya tiene que asumir lapena de todo lo existente y dernunciar, denunciar, denunciar. Un saludo Armando y un placer venir por aquí a respirar aire fresco.
Mil gracias Marisa.
¡Qué miedo me da la expresión "señores de la guerra"!
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