domingo, 30 de diciembre de 2012

Palabras de una oyente y lectora


Amigos-as: estas palabras que reproduzco a continuación son de Gloria, una oyente de OLVIDA TU EQUIPAJE y lectora de este blog. Me atrevo a reproducirlas aquí porque son palabras de ánimo para todos los que, de un modo u otro, dicen que no, que basta de barbarie, y tienen inteligencia suficiente para imaginar otra vida posible y concebir que otro mundo es imprescindible.

Salud y mucha fuerza, Gloria.  


Sus palabras dicen así:

Queridos Compañeros!

Quiero hacerles llegar mi más cálido saludo y deseos de los mejor para este año que se avecina, en lo personal y a la radio.
Manifestarles una vez mas , que la lucha del pueblo español por sus derechos gravemente agredidos y amenazados, son un ejemplo, y dan fuerza a muchos  millares, para continuar la lucha contra este sistema económico brutal. El fascismo y las lacras del franquismo campean hoy en España con Rajoy como  mascaron  de proa. Triste papel!!
Para mi son Uds. y los españoles algo que me da fuerzas, y me reconforta con la fe inquebrantable que tengo en mis ideas, que por cierto pueden  ser utópicas, pero muy factibles.
No en vano luchamos por esa Utopía!!

Con todo el cariño, la Fuerza, Solidaridad de quien mucho respeta la labor que Uds,. realizan en defensa de la Cultura y la Verdad informativa!!!

Gloria       
                                

viernes, 28 de diciembre de 2012

¿Gobernar o gobernarse?

"Si el ser humano no sabe gobernarse a sí mismo ¿cómo puede entonces gobernar a los demás? O si por el contrario, sí sabe, ¿para que necesita que le gobiernen?"

Cita anónima.

jueves, 20 de diciembre de 2012

Próximo programa: Georges Brassens


Este viernes, intentaremos conocer la figura artística y la talla humana del "chansonnier" (o cantautor) francés, Georges Brassens.

Nuevamente, será un placer, como no podía ser de otro modo.




 Con mayor calidad de sonido y sin publicidad: 

jueves, 13 de diciembre de 2012

Próximo programa: Los cantautores (y IV, o eso decimos de momento)

Seguimos este viernes con la serie "Los cantautores, cuarto y seguramente último programa sobre la canción de autor.
En este caso hablaremos, con un sentido más amplio, de cantautores alternativos

Creo que, una vez más, será un placer.


sábado, 8 de diciembre de 2012

7-12-12: El "DiccioMario", con Mario Coll




También disponible, con más calidad de sonido, y sin publicidad en:


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Para saber un poco más del libro:

El "DiccioMario", de Mario Coll, editorial Vértice.

Unos pocos ejemplos:


ACONGOJARSE.v. Sentir pena en el Congo 
BÍCTIMA. adj. Dícese de quien es agredido con un bolígrafo marca Bic. 
BACILO.m. Microbio macarra. 
BANCO DE SATANDER.n. Banco del diablo. 
BRUTSELAS.n Capital belga del cava. 
DIHABLO. m. Dícese del que conversa con Satanás. 
DAN ASCO.n.   Capital de la actual Siria. 
COUDILLO.m. En los animales cuadrúpedos parte de la pierna, próxima al pecho que 
da órdenes dictatoriales. 
EMPEDOCREES.n. Filósofo griego cuya doctrina residía en pensar borracho. 
ENSIGLOPEDIA.f. Enciclopedia que engloba los conocimientos adquiridos en un siglo 
GANDHITANO.adj. Gentilicio de los noviolentos nacidos en Cádiz 
GLANDIADOR. m. Glande luchador durante el Imperio Romano.. 
GRILLOTINA.v. Máquina para decapitar grillos. 
FLORINAR.v. Mear flores. 
KUS KUS KLAN.n.  Comida típica de Marruecos racista e intolerante. 
LAIDYLLA.f. Señorita ladilla. 
PERCEBERANTE. adj.  Percebe obstinado en sus propósitos. 
MASTURNARSE.v. Cambiarse de lugar durante una masturbación colectiva. 
TORQEIMADA.n. Célebre inquisidor de la época de los Reyes Católicos que 
chamuscaba a los herejes con queimada gallega. 
REENCARNACIÓN. f.  Volver a nacer con el cuerpo de Encarna. 
PAZLESTINA.n. Eso que es imposible-hoy por hoy-desgraciadamente. 

domingo, 2 de diciembre de 2012

30-11-12: ¡Alerta, privatizan la sanidad!


Pocas actuaciones humanas pueden considerarse tan miserables como comerciar con la salud, o buscar el lucro desmedido en la medicina. Si a ello unimos los procesos de privatización de lo que es de todos y el expolio y trasvase de dinero público a manos privadas de modo sistemático, nos hallamos ante la definición de la política sanitaria del PP de Madrid.
Esta tarde de viernes, como no podría ser de otra manera, hablamos de sanidad pública. Radicalmente en contra de la privatización.




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http://archive.org/details/30-11-12alertaPrivatizanLaSanidad

viernes, 30 de noviembre de 2012

Ansar

El ex-presidente  AZNAR publica lo siguiente en su libro de memorias: 

“La primera vez que supe que no era un ser humano corriente, lo recuerdo bien, fue cuando ETA voló mi coche conmigo dentro. Salí de allí, envuelto en llamas, y pensé: ¿cómo es posible que haya sobrevivido? Nadie se lo explicaba. Los médicos no encontraban una respuesta, tampoco mi personal de seguridad. A todo el mundo le pareció… milagroso. Esa noche soñé con Dios. Era una luz, no tenía rostro, pero sí voz. Me iluminó con su haz y me dijo: “Jose Mari, si te he salvado es porque te necesito vivo para que lideres a la humanidad”. Me dijo un par de cosas más, pero son personales. Aquella experiencia me cambió, por supuesto. Desde entonces soy mucho más humilde.” 

Próximo programa: ¡Alerta, privatizan la sanidad!

Esta tarde de viernes, como no podría ser de otra manera, hablaremos de sanidad pública. Radicalmente en contra de la privatización.








Puedes escuchar el programa aquí:





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sábado, 24 de noviembre de 2012

ASÍ SE DESMONTA UN SERVICIO PÚBLICO



ASÍ SE DESMONTA UN SERVICIO PÚBLICO


El proceso de desmontaje de un servicio público suele ser largo pero termina siendo más sencillo de lo que parecía inicialmente, basta con un poco de tiempo y dedicación, y con seguir fielmente los manuales al uso. La práctica ha llevado a la perfección y la resistencia al proceso parece bastante disminuida en una sociedad civil como la nuestra, desarmada moralmente y sin la necesaria conciencia de clase.

En esta sociedad sólo puedes pertenecer a una de las dos clases existentes: los que pagan y los que disfrutan. Las dificultades que el poder político y económico puede prever antes de empezar se suelen ver minimizadas por la escasa o nula resistencia que al final ofrecemos.

Y esos manuales indican claramente las fases que deben seguirse para el completo éxito de la misión, porque de eso se trata en el fondo, de una misión, con un fin determinado y con unos objetivos intermedios claros, que se pueden medir y, por supuesto, con una posibilidad real de ser alcanzados. Dichas fases se pueden resumir más o menos de esta manera.

1.-Cuestionamiento del servicio público, derribar el tabú: se plantea un discurso en el que el servicio público pasa de ser un derecho a un lujo, tal vez asumible en tiempos de bonanza económica, pero sobre el que nunca se podrá asegurar su existencia. Deber calar hondo en la sociedad que este derecho pasará de ser fijo a variable.

2.-Fase de crítica, no funcionan bien, son caros y deficitarios: para justificar lo anteriormente dicho, se inicia el acoso y derribo con argumentos normalmente de dos tipos: económicos y de rendimiento; por un lado, se critica el precio y, por otro, la eficacia del servicio.
Se hace referencia continúa al mito de la poca eficacia del sector público en general y se abunda en el concepto de que un servicio público no debe ser deficitario, sustituyendo hábilmente la necesidad de ser sostenible por la exigencia de obtener beneficios económicos (olvidando, a sabiendas, que la condición real para ofrecer un servicio público debe ser asegurar que la prestación del mismo no ponga en peligro su supervivencia).

3.-Disminución de recursos, medios, sueldos: obviamente la fase anterior puede provocar una fuerte resistencia que debe ser quebrada, para hacerlo existe un medio que resulta infalible, la disminución de recursos. Los servicios públicos terminarán por ser criticables de manera objetiva si los medios con los que cuentan no son suficientes para prestar dicho servicio al conjunto de los usuarios que se benefician de ellos.

4.-Desmotivación de los profesionales: asociada a la fase anterior, se aplica un empeoramiento drástico de las condiciones de trabajo de los profesionales, materializado en peores sueldos y horarios, y en menos recursos para ser empleados, lo que provocará en muchos casos el estrés y la desmotivación de los profesionales.

5.-Reforzamiento en la crítica, predicción autocumplida: cumplimiento fielmente los dos puntos anteriores, los críticos del servicio público podrán ganar ahora el debate planteado con argumentos objetivos y técnicos ya que, por medio de la disminución de los recursos y la desmotivación de los profesionales, podrán ver confirmadas sus quejas sobre el pobre nivel del servicio público objetivo del ataque.

6.-Sustitución. Todo el proceso tiene siempre un fin claro, la sustitución del servicio público por una “externalización” privada, más cara para los usuarios pero muy rentable para los proveedores del servicio privados. Apoyada en fuertes subvenciones públicas, que pueden aplicarse dotando de medios logísticos, como los mismos edificios donde éste se preste, o de exenciones y rebajas fiscales de todo tipo a los afortunados con la concesión correspondiente.

De este modo, al final del proceso nos encontramos con que un servicio público que considerábamos inviolable ha pasado a convertirse en un producto, al que se puede o no tener acceso; los residuos públicos de ese servicio se convierten en algo caritativo, ofertado a la gente sin recursos, de tal modo que no pueda ser exigido un mínimo de calidad, ya que el servicio así ofrecido como una limosna no puede ser cuestionado. Los usuarios no podrán quejarse ya que, como ocurre con las limosnas, al menos reciben algo, y algo es siempre mejor que nada.



Rebelión 

Los beneficiarios de la privatización de la sanidad madrileña



Tres son las principales empresas que gestionan hospitales en la Comunidad. La Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública denuncia que sus convenios cuestan a los madrileños entre 7 y 8 veces más que los centros públicos, en peligro tras las últimas medidas de Ignacio González


El personal sanitario de Madrid está en pie de guerra en protesta por las últimas medidas anunciadas por el presidente Ignacio González, que se estrenó como sustituto de Esperanza Aguirre anunciando el euro por receta y su intención de "externalizar" servicios en seis hospitales públicos. Además, también planteó la reconversión de La Princesa en un centro exclusivo para mayores de 75 años y del Carlos III en uno de media y larga duración, entre otras cuestiones. Desde aquel 31 de octubre, médicos, enfermeros, auxiliares, administrativos y pacientes han protagonizado concentraciones, manifestaciones y encierros en casi todos los centros de la comunidad en contra de lo que consideran una "privatización encubierta" de la sanidad pública madrileña.



No obstante, sus reclamaciones no son nuevas. Con Aguirre ya vivieron el nacimiento de los "hospitales públicos de gestión privada", que -como su propio nombre indica- son financiados por la Comunidad de Madrid pero dirigidos por empresas que, en ocasiones, no se dedican en exclusiva al sector sanitario. 

Ahora, los miembros de la denominada marea blanca temen que la "externalización de servicios" anunciada por González en seis hospitales públicos (Infanta Leonor, Infanta Sofía, Infanta Cristina, Tajo, Sureste y Henares) sea sólo el inicio de su privatización. Y la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (Fadsp) ha puesto nombre y apellidos a los posibles compradores de dichos centros.

Son tres las grandes compañías que, a día de hoy, "se reparten las concesiones de los centros sanitarios", según la Fadsp: Capio, Ribera Salud y USP-Quirón. De hecho, las tres se autodenominan -respectivamente, en sus páginas web- como "el mayor grupo sanitario privado español", "el grupo empresarial de gestión sanitaria líder en el sector de las concesiones administrativas" o "la mayor red hospitalaria privada de España". Los tres, además, tienen otra cosa en común: su relación con empresas y fondos de capital riesgo de Reino Unido.

Capio y CVC Capital Partners

La primera de ellas, Capio, gestiona cuatro hospitales de la Comunidad: el Rey Juan Carlos, de Móstoles; el Infanta Elena, de Valdemoro; el Hospital Público de Collado Villalba; y la Fundación Jiménez Díaz. Este último supone un caso especial, ya que su gestión es semiprivada desde hace más de 60 años. Aunque rehúsan dar una cifra absoluta, fuentes de la compañía aseguran que "la financiación pública de Capio es el 65%". 



En cuanto a su accionariado, el 80% de pertenece a CVC Capital Partners, un fondo de capital riesgo británico, con sede en Luxemburgo, que engloba a otras empresas de distinta índole como Abertis (infraestructuras y telecomunicaciones), Cortefiel (textil), o la telefónica 'R'.

Algunas fuentes han asociado recientemente a Capio con dirigentes del Partido Popular, como el exconsejero de Sanidad de Aguirre, Manuel Lamela, el expresidente de Bankia, Rodrigo Rato, o María Dolores de Cospedal y su marido, Ignacio López del Hierro. No obstante, la compañía ha desmentido a Público dichos "bulos y rumores sin fundamento" y ha asegurado que ningún líder conservador tiene relación con su empresa. La propia secretaria general del PP también salió ayer a defender su no vinculación con el grupo privado, informa Efe. "Son bulos y panfletos falsos que cobardemente se amparan en el anonimato", denunció Cospedal. 

"Es cierto que trabaja con nosotros Teresa Echániz [hermana del secretario de Sanidad del PP y consejero del ramo en Castilla-La Mancha, José Ignacio Echániz], pero empezó después de que su hermano dejara de ser consejero de Aguirre y antes de que lo fuera en Castilla-La Mancha", explican dichas fuentes. "Además, parece que por ser familiar de alguien ya no tienes derecho a trabajar en tu propia profesión", criticaron.

Ribera Salud: Adeslas+Sanitas+CAM+Bancaja

Ribera Salud es otro de los principales grupos de Sanidad privada del país. En Madrid sólo gestiona -desde 2011- el Hospital de Torrejón y la sociedad BR Salud, gestora del servicio de Laboratorio Central del Hospital Infanta Sofía, "que da cobertura a seis hospitales públicos y a más de 1.200.000 personas", según informan en el dossier informativo de su web.

Este grupo fue el primero en implantar en España el "modelo Alzira", nombre de la localidad valenciana donde se construyó, en 1999, el primer hospital público con concesión administrativa. Es el Hospital de la Ribera, cuya dirección se basa "en cuatro pilares fundamentales: propiedad pública, control público, financiación pública y gestión privada".



La coorporación está "participada al 50% por las cajas de ahorros Bancaja [actualmente, la rescatada Bankia] y CAM [Caja de Ahorros del Mediterráneo, también disuelta]", informa la compañía. 

Según la Fadsp, Ribera Salud también está asociada a las aseguradoras privadas Adeslas (ligada a la sociedad Goodgrower) y Sanitas (ligada al grupo BUPA Internacional Health Insurance, la mayor compañía británica de asistencia y seguros privados sanitarios).  

USP-Quirón y Doughty Hanson

El Hospital Universitario Quirón de Pozuelo de Alarcón es el único del grupo presente en la comunidad. No obstante, el grupo USP-Quirón posee centros en Barcelona, Bilbao, Bizkaia, Málaga, Pamplona, Donosti, Valencia, Torrent y Zaragoza. 

Los centros Quirón son privados, aunque -como explican en su memoria anual- su "actividad asistencial se desarrolla en tres segmentos de mercado: los clientes privados, las compañías aseguradoras y las instituciones públicas". Estas últimas les derivan pacientes procedentes de los servicios públicos y mantienen otros convenios como el que la Consejería de Educación de Lucía Figar mantiene para que los titulares del Carné Joven puedan obtener "condiciones preferentes en intervenciones de corrección de miopía, astigmatismo e hipermetropía" en el Quirón-Madrid. 

En cuanto a su accionariado, el grupo ha sido recientemente vendido a la compañía británica de capital privado Doughty Hanson&Co.



"Peor y más cara"
Según la plataforma pro-defensa de la sanidad pública, estos son los tres grandes grupos que comparten "intereses" en la privatización de la sanidad madrileña. Ello plantea serios problemas, como ya señaló el diario El País: ¿Qué pasa con los pacientes si el accionariado de estas empresas quiebra? "Se pone en riesgo la atención sanitaria de un sector importante de la población", señaló el presidente de la Fadsp, Marciano Sánchez Bayle, al citado periódico. 

Las concesiones de los hospitales tienen vigor durante un mínimo de 30 años
Además, según denuncian esta asociación, los grupos de la oposición, los sindicatos sanitarios y los trabajadores, con la "externalización de servicios" que promueve el Ejecutivo regional no se consigue el ahorro pretendido. Mientras el consejero del ramo, Javier Fernández Lasquetty, continúa defendiendo -basándose en el modelo implantado por Aguirre en los últimos años- el "ahorro estructural" que suponen los hospitales concesionarios, la marea blanca permanece intentando demostrar y rebatir dichos argumentos.

Fadsp: "La Comunidad quita presupuesto a los públicos en beneficio de los privados"
"Estos centros cuestan a los madrileños entre 7 y 8 veces más que los de gestión tradicional", afirma la Fadsp. "Las empresas propietarias de los ocho nuevos hospitales no sólo han recuperado ya el 100% de la inversión (840 millones de euros), sino que ests año ya sumarán 150 millones de euros de ganancias. Hasta 2037 -que finalizará la concesión con la Comunidad- todo serán beneficios", explica en su web la Coordinadora Anti-Privatización de la Sanidad Pública de Madrid (CAS-Madrid). Mientras dichas empresas -a las que la Administración pública seguirá pagando durante casi 30 años más- comenzaban a enriquecerse con su nuevo negocio, "se han cerrado cientos de camas en los hospitales públicos", denuncia CAS-Madrid.

Además, la Fadsp asegura que "el Gobierno de la Comunidad disminuye el presupuesto de los hospitales públicos para el año 2013 e incrementa la financiación de los privados". "Los centros que se benefician de un fuerte incremento son los de Valdemoro (Capio), Móstoles (Capio) y Torrejón (Ribera Salud)", detalla la plataforma. Pese a ello, "tendrán camas mucho más caras que La Princesa, cuyo presupuesto se rebaja", lamentan. ¿Los precios? "442 euros por persona en La Princesa, frente a los 505 de Valdemoro, los 592 de Móstoles y los 586 euros de Torrejón. "Los hospitales públicos de gestión privada sólo sirven para el estrangulamiento a los presupuestos públicos", confirmó también el diputado de IU-Los Verdes, Rubén Bejarano, el jueves pasado, en el pleno de la Asamblea de Madrid, informa Europa Press.



Pero el motivo que más indigna a la marea blanca es el que tiene que ver con sus pacientes, y no sólo el que afecta a sus bolsillos. "Cuando el lucro entra en el sistema, lo primero que sale de él es la calidad asistencial", denunció a este diario un trabajadora de la Asociación de Facultativos Especialistas de Madrid (Afem). Los datos que aperecen en las memorias de 2011 confirman su teoría. Por ejemplo, el grupo Capio tuvo un volumen de negocios de 672 millones de euros. En cinco centros de Madrid, atendió 226.158 estancias y 53.810 intervenciones quirúrgicas. También en 2011, sólo La Princesa -que recibió 158 millones de euros de los presupuestos regionales- realizó 23.556 intervenciones. En cuanto al personal, Capio tiene 3.985 empleados en sus cinco centros de Madrid. La Princesa, 2.135.

Pese a todo, los hospitales de gestión semiprivada inaugurados por Aguirre y extendidos ahora por González ya atienden a uno de cada cuatro madrileños.

Extraído de:

Los trabajadores de TVE denuncian "prácticas intimidatorias" de la dirección de informativos

Véase:

viernes, 16 de noviembre de 2012

16-11-12: Los cantautores (III)


Tercera parte de este reportaje musical dedicado a conocer el mundo de los cantautores.
En esta ocasión , nos centramos en los cantautores más jóvenes.

La democracia

"La democracia consiste en que los explotados hagan lo que quieren los explotadores, pero que lo hagan por su propia voluntad."

Rafael Reig

martes, 13 de noviembre de 2012

Se vende tu salud

Pocas actuaciones humanas pueden considerarse tan miserables como comerciar con la salud, o buscar el lucro desmedido en la medicina. Si a ello unimos los procesos de privatización de lo que es de todos y el expolio y trasvase de dinero público a manos privadas de modo sistemático, nos hallamos ante la definición de la política sanitaria del PP de Madrid.

Ya se sabe: el partido del pueblo, está claro. 

Todas estas fotos han sido tomadas hoy en un hospital madrileño:



























sábado, 3 de noviembre de 2012

¿A quién no ayuda la huelga?


¿A quién no ayuda la huelga?
Esther Vivas

“La huelga no ayuda en nada a España. No ayuda a la imagen de España” decía el presidente Mariano Rajoy en una de sus primeras valoraciones de la convocatoria del 14N. Pero, ¿a quién no ayuda la huelga? Obviamente, a aquellos que se están beneficiando de la presente situación de crisis. Son estos a quiénes una huelga general no conviene y por eso, precisamente, hay que hacerla.

Casi seis millones de parados, una de cada cinco personas viven por debajo del umbral de la pobreza, 532 desahucios al día, más de un millón de personas pasan hambre… Nos sobran los motivos para ir a la huelga. Una huelga que no ayuda a Mariano Rajoy, ni a sus “amigos”, ni a los intereses de sus “amigos”. He aquí la razón de la huelga, un acto de fuerza contra los intentos de la minoría financiera de sacrificar a la mayoría de la sociedad para salvar sus negocios y aumentar sus privilegios.

¿Mala imagen? ¿Qué la huelga da mala imagen? Lo que me parece que realmente da mala imagen son las colas cada día más largas en las puertas del INEM, las detenciones preventivas a activistas sociales, los comedores sociales desbordados, la gente que es echada de sus casas, las declaraciones de Wert, las amenazas de intervención militar a Catalunya… Esto sí da mala imagen y muestra al mundo lo que hoy es el Estado español: un país golpeado de lleno por la debacle económica, con un régimen en crisis y con una clase política incompetente al servicio de una élite financiera depredadora.

Que nadie se sorprenda entonces si el Estado español se ha convertido en noticia internacional, al encabezar el ranking europeo de la desigualdad y el paro. Los sueños de grandeza de algunos se esfumaron y el papel internacional que le toca a hacer al Estado español es el del anti-ejemplo en casi todo. ¿Hay excepciones? Sí, claro. La gente que lucha en la calle, que protesta, que reivindica sus derechos, que no se resigna, que no tiene miedo, que pide justicia y democracia, que reivindica el derecho a decidir… Eso sí da buena imagen. El 15M fue una buena muestra, aunque a más de uno no le guste.

Un fantasma recorre Europa

El 14N tenemos huelga general y lo que es más importante, e inédito, huelga general en el Estado español, Portugal, Gecia, Chipre, Malta, Bélgica francófona y cuatro horas de paro en Italia. Parece ser que un fantasma empieza a recorrer la periferia de la Unión Europea, de esa Europa golpeada por la crisis, los ajustes, la deuda y la austeridad. Una huelga general que tiene que ser un primer paso para empezar a coordinar las resistencias a escala continental. El capitalismo es global y la respuesta tiene, también, que ser global, solidaria e internacionalista. Los sindicatos mayoritarios llevan un retraso histórico y hasta ahora no han hecho casi nada para coordinar internacionalmente las luchas. El 14N, aunque llega tarde, es al menos un paso adelante.

Una huelga general que no puede limitarse a ser sólo una huelga en los centros de trabajo. Hay que avanzar hacia una huelga social y ciudadana. Una huelga donde no sólo paren las empresas sino, también, las escuelas, los supermercados, los equipamientos sociales… y, en definitiva, los barrios y las ciudades; donde personas en paro, precarias, jubiladas… tengan su lugar y su papel; donde se creen comités de barrio para prepararla y grandes manifestaciones para ese día. Una huelga que tiene que ser una palanca para impulsar un proceso de lucha sostenido en el tiempo. Y para que después de una huelga general, como ha pasado en Grecia, venga otra y otra y otra.

El 14N no sólo debe servir para protestar por los últimos recortes de Rajoy. Hay que ir más allá.  Stop deshaucios, stop despidos, stop pobreza y stop deuda, es lo que pedimos. ¿Pagar su crisis? ¿Pagar su deuda? ¡Que no cuenten con ello! Vivimos una situación de emergencia social y las demandas de la huelga tienen que estar a la altura de las circunstancias, tomando el espíritu del 15M y del 25S “Rodea el congreso”, sin los cuales hace tiempo estaríamos vencidos.

¿Derecho al trabajo?

De aquí unos días, y a medida en que se acerque la fecha de la huelga, oiremos en tertulias y debates varios invocar el “derecho al trabajo”. Pero, ¿tenemos “derecho al trabajo” y a un trabajo digno los 365 días del año? Creo que no. Acordarse sólo del “derecho al trabajo” cuando hay huelga resulta sospechoso. Como tampoco creo que muchas personas en trabajos precarios, eventuales, subcontratas… puedan ir el próximo día 14N a la huelga sin arriesgarse a perder el empleo. Los piquetes en una huelga general son imprescindibles para garantizar que cada uno de nosotros pueda hacer huelga, al margen de las presiones de la patronal y para vencer a su piquete del miedo y la coacción, un piquete invisible, que no sale en los medios, pero letal. “Sin miedo” ha sido una de las grandes consignas del 15M, pero funciona mejor en la calle que en el puesto de trabajo.

Y, precisamente, porque queremos trabajar dignamente vamos a la huelga general. “Pero perderé un día de trabajo y sueldo… y para no conseguir nada” dirá más de uno. ¿Y cuánto vamos a perder si no paramos, si no nos manifestamos, si no hacemos huelga? Mucho más, sin lugar a dudas.


*Artículo publicado en Público, 02/10/2012.
**Más info: www.esthervivas.com 

viernes, 12 de octubre de 2012

Próximo programa: "Los cantautores (II)"


El viernes pasado, en OLVIDA TU EQUIPAJE, hicimos un monográfico dedicado a los cantautores. Hoy continuamos por la misma senda, un reportaje musical; hoy especialmente dedicado a aquellas canciones que surgieron como un himno, o más importante aún, que la gente hizo de ellas sus himnos, sus banderas y su seña de identidad.

                  

Como el viernes pasado, con la colaboración de un especialista en el asunto.


Escuchar el audio:



También disponible (con mayor calidad de sonido) aquí:


jueves, 4 de octubre de 2012

Próximo programa: "Los cantautores"

En 1956, Paco Ibáñez, exiliado en París, decide ponerle música al poema "La más bella niña", de Góngora. Es el arranque de la canción de autor en España.


Desde entonces han pasado cerca de 60 años. Mañana, en OLVIDA TU EQUIPAJE, con la colaboración de un especialista en el asunto, un reportaje musical, como homenaje a los cantautores, por su arte, por su poesía y por su compromiso.

sábado, 29 de septiembre de 2012

28-9-12: El tren es de todos; contra la privatización de RENFE

Lo que no sale en televisión: "Apaleado y detenido por documentar una redada racista"


Esta entrevista tiene unos meses, pero vale la pena leerla para saber en qué país vivimos y como se las gastan los que "velan" por nuestra seguridad.


Apaleado y detenido por documentar una redada racista

Entrevista a Javier, miembro del Grupo de Migración y Convivencia de la Asamblea Popular de Lavapiés (15-M), detenido junto a un vecino senegalés el pasado viernes 17 de marzo por grabar una redada racista en la Plaza de la Corrala. Ahora enfrenta un cargo de resistencia activa a la autoridad, penado con hasta 1 año de cárcel.

Javier, de 33 años, nos recibe en el piso que alquila junto a su compañera inmigrante en el barrio de Lavapiés. Lo primero que hace es mostrarnos los cardenales que todavía tiene en las muñecas y tobillos. Nos dice que el asunto de su detención, hasta que salga el juicio, lo tiene olvidado. Sin embargo, a medida que fluye nuestra conversación notamos que continúa bastante afectado por lo que vio y sufrió en los calabozos de Leganitos y Moratalaz. Miembro activo de la Asamblea Popular de Lavapiés y del sindicato de Enseñanza e Intervención Social de CNT, asegura que, a pesar de los cargos que le imputan, no van a conseguir apartarle de la lucha contra las redadas racistas de la Policía que desde diversos colectivos vecinales y organizaciones se viene desarrollando en su barrio. Aunque al principio se muestra receloso hacia nuestro trabajo como periodistas, cuando le explicamos que sólo publicamos nuestras crónicas en medios de comunicación asamblearios y alternativos, su actitud se vuelve entusiasta, mostrándose como un buen conversador, apasionado con sus ideas.

Ernest Favil - ¿Qué pasó la noche del 17 de marzo en la Plaza de La Corrala?

Javier - Yo salía con unos amigos de un local de la calle Mesón de Paredes, cuando de repente vi un helicóptero volando a poca distancia de mi cabeza y un grupo numeroso de personas gritando un poco más arriba de la calle, a la altura de la plaza de la Corrala. Apreté el paso y encontré al menos una decena de coches patrulla de la Policía Nacional que bajaban lentamente la calle Mesón de Paredes. Enseguida vi que las personas que gritaban, unas cincuenta o sesenta, eran en su mayoría miembros de la asamblea de mi barrio, y que su consigna era “Ningún ser humano es ilegal”. Inmediatamente entendí que había habido una nueva redada contra la población migrante del barrio, y que mis vecinos habían reaccionado para afear a los policías su comportamiento racista. En estas páginas tienes relatos fiables de personas que estuvieron en la plaza de la Corrala desde que comenzó la redada:




Sinceramente, yo llegué cuando mis compañeros ya habían conformado un cordón con las manos en alto, intentando expulsar pacíficamente a la Policía del barrio, al estilo de lo que ocurrió el 5 y el 12 de julio de 2011 en la Plaza de Lavapiés, o, sin ir más lejos, el jueves anterior por la tarde en la calle Amparo. Recordé el protocolo de actuación que tenemos los vecinos de la asamblea del barrio en caso de redada racista, y me di cuenta de que nadie estaba intentando documentar la escena.

http://lavapies.tomalosbarrios.net/2011/11/28/protocolo-de-actuacion-en-caso-de-redadas-racistas-asamblea-popular-de-lavapies/

Como llevaba una cámara de fotos en la mochila, la saqué y me coloqué entre los manifestantes y los policías, que en cada vez mayor número se estaban reuniendo en la intersección de la calle Mesón de Paredes y la calle Tribulete.

E.F. - Entonces, ¿crees que fue el hecho de estar grabando lo que motivó tu detención?

J. - Estoy seguro. Nada más llegar a la comisaría de Leganitos, los policías me preguntaban una y otra vez si era periodista y si tenía acreditación de prensa. Parecían muy preocupados por el asunto. Lo cierto es que no llevaba ni medio minuto grabando la escena cuando de repente, y sin previo aviso, tres o cuatro policías de paisano me agarraron por el cuello, me tiraron al suelo y me pusieron boca abajo, colocándome unos grilletes. Mientras lo hacían, me dieron un patadón en el tobillo derecho y porrazos en la cabeza y en los antebrazos. Luego dijeron en el atestado que yo les había mordido y me había autolesionado dándome cabezazos contra el suelo. Ya me habría gustado tener la sangre fría como para pensar tantas cosas en ese momento, pero lo cierto es que con preocuparme con respirar, mientras un policía me hacía una llave de yudo en el brazo y otro me tapaba la boca, era más que suficiente para mí. Los vecinos del barrio intentaron protegerme, pero no lograron evitar que me llevara unos cuantos golpes.


E.F. - ¿Te maltrataron también durante el traslado a la comisaría de Leganitos?

J. - Me llevaban con las esposas muy apretadas y a toda velocidad. Cuando me sacaron del coche me hicieron agachar la cabeza dándome golpes en la nuca y me dieron varios empujones. Una vez en el “Calabozo provisional” (así reza el simpático cartelito de esa inmunda habitación) empezaron a hacerme preguntas, entremezcladas con burlas y amenazas cada vez que me atrevía a mirar a alguno de los agentes que custodiaba la puerta. Cuando dije el nombre del abogado penalista de mi sindicato, parece que les molestó mucho: “Abogaditos, abogaditos. La culpa es de esos abogaditos”. Como venganza, dentro de esos divertidos códigos heteropatriarcales que ellos manejan, escribieron el nombre de mi abogado en femenino (“Daniela” en vez de “Daniel”), y me pasaron la hoja de detención con el nombre cambiado, diciendo que no habían podido localizarle en los listados del Colegio de Abogados. Yo entonces di el nombre de otro abogado, y el funcionario torció el gesto, y me dijo que no hacía falta.

E.F. - Y de ahí al calabozo “no provisional”, ¿no?

J. - No, antes me llevaron a hacer un reconocimiento médico, que yo solicité. Para entonces unos cuantos vecinos del barrio ya estaba concentrados en la puerta de la comisaría de Leganitos. Aunque yo salí por la puerta trasera (la que da a los calabozos), sentí la presencia de mis vecinos, sobre todo en el hecho de que los policías estaban un poco descolocados. Tuve suerte con eso: empezaron a tratarme un poco mejor. No sé, quizá fue simplemente la preocupación porque yo fuera periodista y acabara contando cosas por ahí…

E.F. - ¿Qué ponía en el reconocimiento?

J. - El reconocimiento fue lamentable. Aquella escena delante de un médico en un centro de salud me ha hecho pensar mucho. Es muy fácil criticar a la Policía Nacional, una institución que todos sabemos está integrada fundamentalmente por hijos de policías franquistas, e infiltrada por grupos organizados de ideología racista o directamente neonazi. Pero cuando ves que la corrupción y la violencia afecta también a otros colectivos aledaños, incluidos trabajadores de la salud, las sensaciones son más tristes. Las esperanzas de un verdadero cambio en la sociedad se disipan. Mucho más que los golpes que recibí, me dolió que la médico encargada de hacerme el reconocimiento preceptivo en el llamado Centro de Apoyo a la Seguridad, y con número de colegiado 24096, me tratase como una alimaña. Entré en su despacho custodiado por tres policías. En cuanto me quitaron las esposas, me espetó, de muy malos modos: “¿Y a ti, qué te pasa?” Le mostré mi antebrazo izquierdo, claramente deformado por una inflamación masiva, y con una herida sangrante de unos cinco centímetros. Le dije que además creía que me habían hecho un esguince en el tobillo, y que tenía dolores en las cervicales y el cuello. Ni se molestó en tocarme. Me miraba como si fuese un desecho, un animal peligroso. Al final, me echó un poco de réflex por la espalda y se puso a escribir. Sólo se me ocurrió mirarle a los ojos, en plan ciudadano, y decirle que yo también era un empleado público, como ella, que trabajaba en una universidad de Madrid, y que si necesitaba mirarme otra vez las heridas, porque me parecía que no las había visto bien. Ni se inmutó la doctora. Cuando salí del calabozo dos días después, leí su informe. Decía lo siguiente: “Refiere dolor en ambas muñecas por las esposas”. “Refiere”, había escrito la muy sinvergüenza.


E.F. - Después del reconocimiento médico, ¿hubo más interrogatorio, o te mandaron directamente al calabozo?

N. - En el tiempo que estuvimos esperando al reconocimiento médico los cinco policías que me vigilaban (dos uniformados y tres de paisano) me hacían preguntas entre gestos de desaprobación e incredulidad. Hacían como que estaban muy indignados con lo que había ocurrido. Me decían que yo no tenía ni puta idea de lo que había hecho, que no sabía a qué tipo de gente estaba defendiendo. Yo recordaba que sólo tenía obligación de contestar si me preguntaban por mi nombre o mi dirección, así que sólo respondí con el nombre de la calle y el número del portal donde vivo cuando me dijeron: “Si seguro que no vives en Lavapiés, ¿a que no?”. Luego optaron por la estrategia del “poli bueno”. Me decían: “¿Cómo crees que acabará esto dentro de un año?”. Como seguía callado, uno se acercó en plan colega diciendo: “Dejad al chaval, ¿no veis que no quiere hablar?”. Y luego me dijo: “Claro, tú tienes tus ideas y nosotros las nuestras”. No sé si esperaba que le explicase cuáles eran mis ideas, así como estaba esposado y con todo el cuerpo magullado. Preferí quedarme en silencio como un ser humano.

E.F. - ¿Cómo son los calabozos de la comisaría de Leganitos?

J. - En realidad, a mí me recordaban más a mazmorras medievales, de esas que uno ve en las películas. Hay un olor nauseabundo, fruto de la falta de higiene y ventilación. Te dan una colchoneta fina, impregnada de orines y efluvios de las muchas personas que la usaron antes. Y una manta. Cuando te mandan acercarte al montículo de mantas raídas que tienen a la entrada del calabozo, un funcionario te avisa de las terribles consecuencias que puede haber para ti si se te ocurre coger más de una. Luego comprendes por qué: en las celdas hace un frío terrible. La humedad se te mete en los huesos.

E.F. - ¿Había más gente en tu celda?

J. - Sí, cuando yo llegué había ya cinco personas en mi celda. En un espacio como de cuatro metros cuadrados. Vamos, que había overbooking. Quedaba el espacio justo para colocar mi colchoneta y mi cuerpo, justo al lado de los barrotes.

E.F. - ¿Y cómo son las celdas?

J. - En los calabozos de Leganitos hay como tres naves abovedadas, presididas por una gran bandera de España, sin escudo ni nada, donde está escrito con rotulador "Campeones del mundo". No hay ningún tipo de luz natural. La mayor parte del tiempo todas las luces están apagadas. Cada celda tiene dos alturas, separadas por un banzo como de medio metro. El suelo es de baldosa. Los techos están desconchados por la humedad y el deterioro. Con el estrés y la humillación a la que te someten, uno termina pensando que el techo, que ya de por sí es muy bajo, se le va a venir encima.

E.F. - ¿Y para orinar?

J. - Para orinar o hacer de vientre hay que esperar a que el agente de turno esté del humor adecuado. Durante el tiempo que estuve en Leganitos, y luego en Moratalaz, hubo al menos tres personas detenidas que, ante la imposibilidad de salir a la letrina, decidieron orinar a través de los barrotes, con el consiguiente disgusto para sus compañeros de celda y los habitantes de las celdas contiguas. Aunque también te digo que ir a la letrina no es una experiencia mucho mejor.

E.F. - ¿Cómo es?

J. - En la letrina yo me empecé a dar cuenta de esas sutiles estrategias con que los carceleros se divierten humillando a los detenidos. Lo de “sutiles” es obviamente un eufemismo. Un par de horas después de ingresar yo en el calabozo de Leganitos entró una mujer, muy probablemente toxicómana, que nada más ser encerrada en su celda solicitó un “támpax”, puesto que estaba con el período. Un funcionario le respondió que allí no tenían “támpax”, y que si le servía con papel higiénico bien, y si no también. El famoso “támpax” usado de la detenida acabó obviamente en la letrina. Cuando yo conseguí que un policía me dejase ir al baño, el tampón sanguinolento estaba colocado justo encima del murete donde te tienes que sujetar si quieres hacer tus necesidades. Me acuerdo que lo bajé de ahí con el pie y lo empujé de una patada contra una esquina de la letrina. Pues bien: las dos veces siguientes que conseguí ir al baño, el “támpax” volvía a estar, como por arte de magia, en el mismo lugar estratégico. También, la última vez que fui había un excremento humano en medio de la entrada a la letrina. Obviamente no se había podido salir de la taza del váter. Alguien se estaba divirtiendo colocándolo en mitad de nuestro camino al baño.

E.F. - Lo que cuentas sobre el trato a una toxicómana es muy grave.

J. - Es peor que muy grave. En la celda contigua a la mía en Leganitos un hombre pasó yo calculo que unas ocho horas pidiendo que le proporcionasen metadona. Por lo que pude escuchar era un usuario del dispensario de Valdemingómez. Le estuvieron dando largas toda la mañana del sábado y buena parte de la tarde. Cada vez que se quejaba a gritos, venían a la puerta de su celda y le decían: “Sí, ya la hemos pedido, ahora viene.” El hombre se llamaba Gelu [nombre rumano] y los funcionarios se dirigían a él, en un alarde de ingenio, con el apelativo de “Gelu Kitty”. Recuerdo comentarios de lo más cruel, del tipo: “¿Qué te pasa, “Gelu Kitty”, estás sudando?” No sé qué puede haber dentro del cerebro de un ser humano para poder burlarse así de otro ser humano que está en una situación tan jodida. Al final se lo llevaron a un centro de salud hacia las cinco de la tarde, avisándole previamente de que en realidad se lo llevaban de paseo, porque ningún centro de salud le iba a dar metadona los fines de semana.

E.F. - ¿Cómo podías saber la hora estando allí dentro? ¿No decías que no había ningún tipo de iluminación natural?

J. - Pathe, el compañero senegalés que fue detenido conmigo, había conseguido “colar” un relojito de estos digitales Casio. Aunque nos pusieron en celdas separadas para que no pudiéramos charlar, de vez en cuando Pathe cantaba las horas. A veces, si los funcionarios estaban de buen humor, también te decían la hora. Ese relojito nos ayudó mucho a pasar el mal trago de la detención. Después de dos días sin poder dormir, sin ningún tipo de referencia, uno acaba aturdido, pierde la noción del tiempo y el espacio, y la amenaza de una crisis de ansiedad o un derrumbe emocional es cada vez más grande, sobre todo sabiendo que lo más probable es que nadie te vaya a atender si al final te ocurre. No me quiero imaginar cómo será el régimen FIES en las prisiones. Si esto es lo que hacen con detenidos a los que supuestamente les ampara la presunción de inocencia, no sé qué harán en los presidios con los reos ya condenados.

E.F. - Son estrategias de humillación y castigo por anticipado, en definitiva.

J. - Sí, por supuesto. Ellos consiguen animalizarte. Eso tiene mucho que ver con lo que hablamos antes, lo que estaba escrito en el atestado policial y que luego fue reproducido por todos los periódicos: que yo les había dado mordiscos a los policías durante el arresto, como si fuera un perro rabioso. Es lo mismo que te comentaba sobre el trato que me dieron los médicos forenses. Hay todo un aparato policial que, conscientemente, busca animalizarte, y que consigue que a los ojos acríticos de la gente que está en los alrededores (los funcionarios del Juzgado que te reparten comida o que te abren y cierran las puertas en el calabozo de Plaza de Castilla, los médicos que te hacen los reconocimientos, algunos abogados de oficio, etc.) los detenidos también aparezcan como simples animales. Y lo que es peor de todo: uno termina también animalizándose. Yo recuerdo los últimos minutos en que estuve privado de libertad, que me encontré a mí mismo asomando literalmente la nariz por una rendija de la puerta de mi celda, pidiendo por favor al funcionario que no volviese a cerrarla, que dejase así abierta una rendijita, que con eso me valía para estar a gusto. Habían pasado más de 6 horas desde mi comparecencia ante la juez, en la que habían decidido concederme la libertad. Sin embargo, las órdenes de libertad tardaban en bajar firmadas a los calabozos, y los que estábamos allí encerrados (unos 30 sólo en mi celda) andábamos desesperados.

E.F. - ¿Con qué tipo de gente estuviste encerrado?

J. - Principalmente chicos jóvenes, muchos de ellos consumidores habituales de cocaína o basuco, que estaban acusados de hurtos o robos con violencia. Varios heroinómanos muy deteriorados física y mentalmente también había, algún pequeño estafador (a Urdangarín no conseguí encontrármelo), pero sobre todo chicos de bandas juveniles. Es curioso comprobar que los códigos machistas y consumistas que manejan esos chicos son exactamente los mismos con los que se comunican los policías entre ellos. El tamaño del miembro viril, el fútbol y la aversión a la homosexualidad aparecen constantemente en el discurso de ambos bandos. También el patriotismo o la obsesión por tu lugar de origen. Entre los policías se llaman los unos a los otros de “¡gallego!”, “¡asturiano!”, y entre los delincuentes comunes se gritan, de una celda a otra, “¡eh, moro!”, “¡eh, cubano!”, o “¡andaluz!”. Recuerdo el policía que me sacó el DNI de la cartera cuando llegué a Leganitos. Lo primero que miró fue mi lugar de nacimiento. Cuando lo leyó exhaló un profundísmo “¡palentino!”. Yo me preguntaba a mí mismo: “¿Qué cojones le importará a este tío dónde he nacido yo?”

E.F. - Entonces, torturas físicas no sufriste, ¿no?

J. - Si quitamos el frío y el dolor por tener que aguantarme el pis, yo he de decir que no recibí torturas físicas. Pero hubo dos detenidos que sí. La noche del sábado en Leganitos ingresó un hombre, que al parecer llegaba acusado de maltrato, y que hizo un comentario acerca del hecho de tener que quitarse los cordones de sus zapatos antes de entrar en la celda. Enseguida el grupo de policías que lo habían bajado, junto con los que estaban de guardia, empezaron a gritarle al unísono. Después de los gritos empezaron los golpes. El asunto debió de durar como unos diez minutos, y por los gemidos del detenido y por el sonido de los golpetazos, puedo asegurar que le pegaron. La otra agresión la vi con mis propios ojos en la comisaría de Moratalaz, la noche del domingo al lunes. Enfrente de mi celda había un hombre solo en una habitación. La tenían iluminada con una luz halógena fuerte, muy blanca, que hacía imposible que aquel detenido durmiera. Cada quince minutos ese hombre se levantaba desafiante y daba patadas contra los barrotes, al grito de: “¡Policía, apaga la luz!”. Todos los demás detenidos del módulo nos revolvíamos en las colchonetas. Le llovían los insultos. Algunos le rogábamos que por favor se callase, e intentase dormir con la manta en la cara. Aquel hombre estaba siendo torturado, y acabó torturando a todos los que intentaban dormir en aquel módulo: fue una situación muy desagradable. Ningún agente se acercó a nuestras celdas en tres o cuatro horas, ni respondiendo a los gritos del detenido de la celda iluminada, ni a los de los que nos quejábamos de la situación. A las 7 de la mañana, poco antes de que comenzaran los traslados a los juzgados de Plaza de Castilla, un policía uniformado se acercó sigilosamente a la celda de mi vecino de enfrente y apagó el interruptor. La celda quedó por fin a oscuras y alguno de mis compañeros consiguió dormir un rato.

E.F. - O sea que el machaque psicológico es constante.

J. - Claro. Son muchos insultos, muchos gritos fuera de contexto, muchas órdenes absurdas. Recuerdo con especial horror a un policía con acento andaluz, bajito y con gafas, que era uno de los encargados de la guardia del calabozo de Leganitos el sábado 17 de marzo en el turno de tarde (creo que de 2 a 10). Llegó pegando gritos a todo el que le pedía ir al baño. Al segundo o tercer bocinazo, alguien le insultó desde alguna de las celdas, haciendo referencia a su tono de voz, que en verdad no era demasiado varonil. Entonces el funcionario entró en cólera y desató una retahíla de insultos, que terminó con el muy sintomático: “¡Inmigrantes de mierda, volveos todos en patera a vuestro puto país!” Después desapareció dentro de la garita, y ni él ni nadie más de los policías que se encargaban del turno atendieron a las llamadas de los detenidos durante varias horas. Desde detrás de la puerta, se podían escuchar un poco las voces desaforadas de los locutores del Carrusel deportivo. La afición de aquel policía andaluz por el fútbol parecía directamente proporcional a su aversión por los inmigrantes.

E.F. - ¿Cuándo pudiste hablar con tu abogado?

J.- El sábado al mediodía. Yo en la mañana de después de mi detención pedí a uno de los carceleros hablar con mi abogado, puesto que me parecía recordar que había un plazo legal máximo de ocho horas desde el momento de la detención. Me respondió que mi abogado no había venido, que allí dejaban pasar a todos los abogados a medida que iban viniendo. Era mentira. Me decían eso para desanimarme y hacerme sentir que nadie se estaba preocupando por mí. En realidad, el abogado se había pasado toda la noche llamando a la comisaría, pidiendo ponerse en contacto conmigo. Por la mañana, a las ocho, le dijeron que volviese a llamar a las nueve. A las nueve, le dijeron que esperase a que le llamasen. Le llamaron un par de horas más tarde, y él estuvo en la puerta de la comisaría en menos de quince minutos. Allí en la comisaría todavía le tuvieron esperando un buen rato hasta que pudo hablar conmigo.

E.F. - ¿Qué opinión te merecen las mentiras reproducidas en las notas de prensa que aparecieron en los periódicos con respecto al suceso de aquella noche en la plaza de la Corrala?

J. - Sinceramente, a mí no me sorprendieron lo más mínimo. Las notas de los periódicos reprodujeron literalmente lo que decía el atestado policial, tal y como hacen habitualmente. Da igual que sean reporteros de El País, del moribundo Público, o de La Razón. En definitiva sus dueños, quienes les pagan, comparten los mismos intereses. Los diferentes posicionamientos ideológicos de los medios de comunicación españoles son absolutamente impostados en mi opinión, son simples cuotas de mercado para quienes controlan sus capitales sociales, que en realidad son unos pocos sujetos y sus familias, que además se relacionan y reproducen entre sí. Para conservar el puesto de trabajo, los periodistas, los reporterillos (muchas veces becarios) que trabajan para los medios hegemónicos desarrollan sus propias estrategias de censura y autocensura, y no les importa mentir a cambio de no perder el empleo, aunque para ello tengan que poner en riesgo la integridad física o el futuro de personas como en este caso fui yo.

E.F. – Pero es verdad que al 15-M no le han tratado del todo mal en esos medios “progresistas”.

J. - En el caso concreto de las redadas racistas en Lavapiés y otros barrios obreros de Madrid, está claro que a ninguno de los socios capitalistas que controlan los cuatro o cinco grandes conglomerados mediáticos españoles les interesa difundir que los inmigrantes se están empezando a organizar para contestar a los abusos que a diario están cometiendo contra ellos. Quizá una acampada festiva, un pasacalles o una cabalgata indignada no lo haga, pero una respuesta colectiva y contundente de la población migrante de Madrid contra quienes están violando sistemáticamente sus derechos como seres humanos pondría en serio riesgo los intereses económicos de esa elite financiera que posee los medios de comunicación en España. Entre los multimillonarios que pertenecen a esa elite desde luego que también están los dueños del fondo de inversión Liberty Acquisition Holding, que controla el Grupo Prisa, o la familia Abelló, que controla el fondo de inversión Torreal, que gestiona Mediapro y por lo tanto La Sexta y el Diario Público, o la familia Azcárraga que maneja los hilos de Televisa. A ninguno de ellos le interesa lo más mínimo difundir que los inmigrantes están plantándole cara a sus agresores. Nosotros en el Grupo de Migración y Convivencia de la Asamblea Popular de Lavapiés ya habíamos tenido experiencias muy desagradables con reporteros de toda calaña desde principios del verano, y por eso llegamos a un acuerdo en asamblea de no tratar con ellos, de boicotearles. Ese trabajo va de la mano de un esfuerzo por difundir nuestros comunicados y nuestras notas de prensa por los medios de contrainformación, siempre que sean asamblearios o, por lo menos, económicamente independientes. Creo sinceramente que otras asambleas barriales y organizaciones como mi sindicato (CNT) deberían dar un paso en firme para rechazar firmemente cualquier tipo de relación con reporteros que trabajen para estos medios hegemónicos, sea la simpática Sexta o la recalcitrante Intereconomía.

E.F. - ¿Y cómo conseguiríamos que ese boicot del que hablas fuera efectivo?

J. - Pues empezando por quienes tenemos más cerca. A mí me parece mucho más honesto (y más laborioso también) intentar que la gente a nuestro alrededor saque de sus sobacos el domingo por la mañana ese maldito País, y se aficione de una vez por todas a informarse seriamente a través de nuestros blogs, nuestras páginas de contrainfo, nuestras redes sociales y nuestros periódicos como el del 15-M, o el Rebelaos. Es mucho más honesto y más valiente que seguir tratando de mendigar un buen trato en la Cadena Ser o en El País. Obviamente en El País o en la Cadena Ser algunas veces nos tratarán bien, nos darán un poco de coba a las gentes de los movimientos sociales, según los intereses políticos o económicos que en cada momento tengan sus dueños o sus patrocinadores. Mira, te voy a decir una cosa: si algo ha tenido de positivo mi detención y los moratones de mi cuerpo es que algunos miembros de mi familia, por ejemplo, fieles votantes algunos del PP, se han llevado las manos a la cabeza al ver cómo en todos lados me llamaban narcotraficante, incitador a la violencia, o perro mordedor. El otro día mi hermana me preguntaba que de qué manera podía informarse a partir de ahora, que tenía la sensación de que en todos los sitios la estaban engañando. Yo le voy a pasar los enlaces de medios de comunicación que me parece que podrían ser digeribles para alguien que empieza a darse cuenta de la farsa que hay detrás de todos los medios de comunicación masivos. Le voy a recomendar el Diagonal, Periodismo humano, Madrilonia... Me parece que ese trabajo de convencer a gente como mi hermana de que se aparte del televisor y deje de leer los periódicos de quienes nos gobiernan es más digno y más gratificante que el de pedirle al defensor del lector de El País que rectifique una noticia y nos deje por favor contarle a la gente que yo no soy ningún narcotraficante ni ningún perro sarnoso, que tengo mi doctorado por la Universidad de Yale y que la policía me pegó simplemente por manifestarme contra un hecho injusto. Entre otras cosas, no hay que olvidar que si la policía me maltrató y me puso unos cargos que pueden suponer hasta un año de cárcel fue por haber intentado documentar un hecho injusto que estaba sucediendo en la calle, o sea por realizar el trabajo que lo que los periodistas de los medios masivos en este país han decidido voluntariamente no hacer.

E.F. - Hablando de justicia, ¿cuándo será el juicio?

J. - No sé, creo que tardará muchos meses. El próximo 17 de abril los policías declaran ante el juez, y dice mi abogado que ahí veremos si tienen ganas de fastidiarme vida. Yo también he denunciado a los policías por agresiones, así que el día de juicio, y si su señoría no decide archivar mi denuncia, ellos irán no sólo como denunciantes sino también como denunciados. A mí me acusan de un delito de resistencia activa a la autoridad, que está penado con hasta un año de cárcel. Aunque como soy blanquito, “palentino”, y era la primera vez que estaba detenido, si al final salgo condenado me lo sustituirán por una multa. Mucho peor lo tiene nuestro compañero Pathe, que es negro, senegalés y le acusan de atentado a la autoridad. Él tiene ya varias causas pendientes, todas ellas por delitos contra la Ley de Extranjería, excepto una por atentado a la autoridad de una vez que le dio un codazo a un policía que intentó quitarle los cedés que estaba vendiendo en la calle. A Pathe es probable que le caiga un año de cárcel. Cuando cumpla su condena, el día que salga en libertad, una patrulla de policía estará esperándolo a la puerta del centro penitenciario tal y como llevan haciendo desde hace ya meses. Lo meterán directamente en un CIE, donde se verá otros sesenta días privado de libertad antes de ser deportado a su país.

E. F. - ¿Crees que tiene solución el tema de las redadas racistas?

J. - Yo creo que las redadas racistas de la policía se terminarán en un corto plazo. Me refiero a los controles de identidad por perfil étnico en las bocas de metro, en los intercambiadores y en las plazas de los barrios obreros de Madrid. Son demasiado descaradas, y la gente de a pie ha empezado a concienciarse de su injusticia, gracias, al estupendo trabajo de difusión de las Brigadas Vecinales, al reciente informe de Amnistía Internacional o al ingente trabajo de asociaciones como Ferrocarril Clandestino, las ODS, la Federación Local de CNT en Madrid o la Asociación Sin Papeles, con el definitivo impulso, claro, del Movimiento 15-M.

E.F. - ¿Estás seguro de que dejaremos de ver a policías de paisano pidiendo papeles por todos lados, ahora que gobierna el PP?

J. - Sí, es como el tema de los desahucios y la dación en pago. El actual gobierno de ultraderecha hará lo posible por que se acaben. Al poder y al capital, por muy conservador que sea en sus principios ideológicos, no le conviene que su violencia sea tan visible. Sin embargo el acoso a la población inmigrante continuará, disfrazado de operaciones antidroga, antirrobo o “antiloquesea”, como ya está pasando en Lavapiés, que sirvan para exacerbar entre la gente el discurso fascista que identifica al inmigrante con el delincuente, “el que ha venido aquí a quitarnos lo nuestro y a traernos lo que no necesitamos”. También es más que probable un fuerte endurecimiento de las leyes de extranjería, especialmente en lo tocante a la obtención de permisos de residencia por arraigo. En definitiva, yo creo que hay una auténtica limpieza étnica que desde hace tiempo está decidida desde quienes tienen el poder político y económico, no sólo en este país, sino en toda Europa. A medida que las nuevas leyes laborales en el contexto de lo que ellos han llamado crisis económica sigan sancionado la existencia de una masa trabajadora autóctona en condiciones idóneas de indefensión como para ser explotada y exprimida, la antigua mano de obra semiesclava de origen extranjero, la que construía nuestras segundas residencias, cuidaba a nuestros ancianos o limpiaba nuestra basura, ya no será necesaria en nuestros países, y hará falta eliminarla, porque “compite” directamente con los nuevos parias nativos. Los policías, los jueces y los gobernantes acosarán a los migrantes, los meterán en los CIE o en los calabozos el tiempo que sea necesario, les harán la vida imposible hasta que por fin se vuelvan voluntariamente a sus países. Si no lo hacen, habrá que deportarlos. Y en este proceso violento, si no aprendemos a informarnos de otra manera, las víctimas mortales pasarán desapercibidas, como Samba Martine, asesinada por la policía en el CIE de Aluche en Madrid, o el joven Abdellah El Asli, al que la policía ha dejado tetrapléjico recientemente en Guadalajara. Sólo una reacción valiente y organizada en función de principios ideológicos claramente antifascistas podrá detener esa espiral de violencia contra los inmigrantes.

E.F. - ¿Quieres decir algo más?

J. – Quiero darles las gracias a mis compañeros de la Asamblea de Lavapiés y de CNT por habernos acompañado a Pathe y a mí tantas horas a la puerta de la Comisaría de Leganitos el viernes por la noche, el sábado en la plaza de Lavapiés y el domingo en los Juzgados de Plaza de Castilla, con un frío que pelaba. Se siente mucho esa presencia cuando uno está detenido, y creo que debemos continuar haciéndolo con todos los compañeros que vayan siendo represaliados en esta lucha, que será bien larga. La solidaridad y el apoyo mutuo en los momentos difíciles es lo fundamental.
Posted 28th March by Grupo Migración y Convivencia A.P. Lavapiés

Migración y Convivencia Asamblea Popular de Lavapiés

    
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