En 1986, el gobierno presidido por Felipe González, del PSOE, convocó un referéndum acerca de la permanencia de España en la OTAN.
España se había incorporado a la organización militar durante el gobierno de UCD. El PSOE hizo una sonada campaña en contra, cuyo lema era: "OTAN, de entrada no".
Sin embargo, ya en el gobierno, llevó a cabo el prometido referéndum, pero para conseguir la permanencia en la Alianza Atlántica:
Lo más repugnante de todo fue el modo como se planteó el referéndum. Esta fue la pregunta, precedida de una serie de condicionantes realmente torticeros:
El Gobierno considera conveniente, para los intereses nacionales, que España permanezca en la Alianza Atlántica, y acuerda que dicha permanencia se establezca en los siguientes términos:
1.º La participación de España en la Alianza Atlántica no incluirá su incorporación a la estructura militar integrada.
2.º Se mantendrá la prohibición de instalar, almacenar o introducir armas nucleares en territorio español.
3.º Se procederá a la reducción progresiva de la presencia militar de los Estados Unidos en España.
¿Considera conveniente para España permanecer en la Alianza Atlántica en los términos acordados por el Gobierno de la Nación?
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