viernes, 8 de enero de 2010

Vicenç Navarro: "¿Es España católica?"

Vicenç Navarro: "¿Es España católica?"

Publicado en el diario PÚBLICO, el 24 de Diciembre de 2009.

Este artículo señala algunos de los datos presentados en un reciente informe de la UPEC sobre la iglesia católica en España, que cuestiona la visión generalizada de que España es un país católico. En base a los datos presentados en el informe tal versión no es sostenible.

La Universitat Progressista de Catalunya (la Universidad Progresista de Cataluña, conocida en Cataluña como la UPEC) ha publicado un informe titulado “Catalunya ha deixat de ser catòlica? (en castellano” “¿Cataluña ha dejado de ser católica?”), que tiene gran cantidad de información sobre la extensión de la religión católica (y la influencia de su Iglesia), no sólo en Cataluña sino también en España. Es sorprendente que tal informe haya pasado casi desapercibido en los mayores medios de información del país, pues los datos presentados cuestionan la imagen tan extendida y promovida por la Iglesia de que “España es un país católico” (lo cual parece indicar que la mayoría de la población lo es). Uno de los primeros capítulos del estudio –el que detalla la metodología del estudio- explica como la conclusión de que España es un país católico se produce y reproduce en los medios. Señala el sesgo que consciente o inconscientemente aparece en las preguntas que se le hacen a la ciudadanía. Así, cuando se pregunta a la población (tal como hace la Conferencia Episcopal) si los que responden a las preguntas son católicos o no católicos (incluyendo en esta última categoría las de ser agnóstico, no creyente o ateo), el 76% se define como católico y un 19% no católico. Parecería, pues, que la gran mayoría de la población se define como católica.

Ahora bien, cuando se pregunta si el que responde se define como católico practicante, no practicante, o no creyente, los porcentajes varían considerablemente. Sólo el 36% se define como practicante, mientras que el 37% se define como no practicante y el 19,9% como no creyente (agnóstico o ateo). Y cuando se analiza el grupo de católicos no practicantes se ve que su definición de católicos esta basada no en sus creencias religiosas sino en su ritual cultural (como haber recibido el bautismo y la primera comunión). En realidad, la respuesta a esta pregunta varía muy marcadamente por edad. Entre los jóvenes, nacidos en plena democracia, sólo el 9,4% se considera practicante, el 39% no practicante y el 46,4% como indiferente, ateo o agnóstico.

Otro componente del estudio es el análisis de las escuelas de la Iglesia privadas concertadas. En España, el 67% de alumnos están en la pública, el 25% en la privada concertada y el 6,7% en la privada no concertada. De las escuelas católicas, la gran mayoría son concertadas (96%). Los porcentajes más elevados de las concertadas religiosas están en las dos Castillas, La Rioja, Navarra y Baleares. Los que dedican más fondos a la religión concertada son Cataluña y Madrid, y los que menos La Rioja, Cantabria y Extremadura. El Estado se gasta 517 millones de Euros en la enseñanza de religión: 388 millones en las escuelas públicas, y 129 millones en las escuelas privadas. Tal inversión no es proporcional a la importancia que la juventud da a la religión como elemento importante en su vida. En una escala de 1 –poco importante- a 4 –muy importante-, la juventud en España señaló en 2005 que la religión significaba un 1,76. Ello explica que el 74% de jóvenes casi nunca asisten a ceremonias religiosas, con sólo un 4,7% asistiendo a la misa dominical. Y en Cataluña, sólo un 36% se casa por la Iglesia; la gran mayoría (62,8%) se casan por lo civil. Es también interesante señalar que el 47% de los jóvenes creen que la “Iglesia está más cerca de los poderosos y de los ricos que de los pobres y necesitados”. Este porcentaje alcanza cifras muy altas entre los jóvenes ateos (73%), agnósticos (60,9%) e indiferentes (70,9%). Alcanza un 50,7% entre los católicos no practicantes.


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