NOTA DE PRENSA ” LA CIGARRA Y LA HORMIGA”
Mensaje de un funcionario: "Soy empleado público. Sí, señor. Funcionario. Esos personajes típicos, oscuros y en la sombra que, hagan lo que hagan, siempre están mal vistos".
De ese colectivo que este año, POR PRIMERA VEZ en su historia ha conseguido que las dos pagas extras vayan a percibirlas en su totalidad.
Sí, señor, en plena crisis.
De esos que veían con envidia cómo su joven y cualificado vecino albañil, dicho con el mismo respeto que él me debe a mí, le restregaba en el bar del barrio que ganaba 2800 euros al mes, su bonito BMW rojo y su nueva casa mientras uno tenía que visitar el banco para pedir un anticipo de 300 euros con cargo a la paga extra no completa de junio y así equilibrar su austero presupuesto.
Funcionario que, si no le congelaban el sueldo, se le incrementaba año tras año un pírrico 2 % cuando el IPC subía el 5 o 6 y casi todos disfrutaban de su cláusula automática de revisión salarial.
Por tanto, que ahora no vengan los salvapatrias pudientes a echarnos a la gente encima sugiriendo congelación e incluso recortes de sueldo como si fuéramos los responsables de que medio país haya estado diez o doce años viviendo muy por encima de sus posibilidades sin guardar para la llegada del crudo invierno. No, señor.
Llevo 23 años en la Administración. Como la mayoría de mis compañeros, mi sueldo sobrepasa apenas el mileurismo y jamás mi cartera ha sido afortunada portadora de uno de esos billetes ocultos en bolsas de plástico, colchones o paraísos fiscales. No conozco vacas gordas....ni flacas, y mi plaza, que era pública y para todo el que la quisiera, me la he ganado a pulso.
Así que, salvapatrias, dejen que sigamos típicos, oscuros y en la sombra.
Y además, trabajando.
Ya es tarde. Lo peor es la alegría generalizada de nuestros compañeros, también trabajadores, que creen que nuestra bajada de sueldo es mínima y que nosotros somos los culpables de la crisis.
ResponderEliminarEstoy triste, muy triste. Jamás me he alegrado cuando la patronal se ha aprovechado de un trabajador.
Yo seguiré haciendo mi trabajo como hasta ahora...pero con el corazón encogido. La bajada de sueldo, la subida del IPC y la congelación me dejan sorprendida, pero los vítores y celebraciones por esta medida, incluidos los insultos, me dejan estupefacta, y sobre todo TRISTE.
Gracias sinceras por tu comentario... y ¡ánimo!
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