El 16 de julio de 1936, Miguel llega a su primer destino párroco, en un pueblo socialista. En seguida, el bando nacional ocupa el pueblo y pronto se suceden los fusilamientos y las represalias. En su lucha por defender a los represaliados, Miguel se enfrenta a la jerarquía eclesiástica y militar, poniendo en juego su propia vida.
El joven sacerdote encuentra refugio en su amistad con la maestra del pueblo, cuyo marido ha sido asesinado al inicio de la contienda. La relación con Margari supone el contrapunto al desencanto del joven párroco y su único apoyo en un camino que debe recorrer solo.
Basada en una historia real, la película recoge con gran fidelidad histórica el apoyo de la Iglesia Católica al levantamiento contra la República, bautizado como “Santa Cruzada”. A lo largo de tres años de Guerra Civil, Miguel siente como el propio clero se aleja del Evangelio al amparar la represión de los sublevados contra la población civil. El protagonista encarna la fuerza de las propias convicciones y la coherencia personal, en una llamada apasionada y atemporal contra la injusticia.
Dice la directora de la película, Helena Taberna que "La Buena Nueva es una película de ficción, pero está basada en la biografía de un familiar mío, Marino Ayerra, que llegó a hacerse cargo de la parroquia de Alsasua el 16 de julio de 1936. Es una historia que conocí siendo niña y que me impresionó mucho por el misterio que rodeaba a los temas relacionados con la guerra. Las mujeres de mi pueblo a menudo se me acercaban agradeciendo enormemente lo que Don Marino, al que yo no conocí personalmente, había hecho a favor del pueblo.
La película La Buena Nueva nos ha exigido respetar los hechos históricos. Hemos cuidado enormemente la ambientación intentado ser fieles a todos los acontecimientos reales que se recrean a lo largo de la película. Pero al mismo tiempo hemos creado situaciones, acciones y personajes de ficción, que no existieron, pero que pudieron haber existido, con el fin de que las dos líneas argumentales hicieran crecer la narración de manera armónica.
Dicen de mis películas que, aunque tratan temas delicados, consiguen crear un sentimiento de esperanza. Espero que La Buena Nueva contribuya a ayudar a conocer mejor ese período sombrío de nuestra historia y sin embargo permita un halo de esperanza marcado por mi deseo de que esos hechos terribles no vuelvan a suceder jamás.
Mi filmografía parece seguir una tendencia en la que está presente el tema de la lucha entre la libertad individual y el compromiso social. Y es cierto, la posibilidad del individuo de volar solo, sin alejarse demasiado de los demás, es una cuestión que me importa muchísimo. Es posible que estos elementos estén presentes en mi trabajo, porque, al final, las pasiones humanas son eternas y universales."
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