Me envía Rosa Salgado, colaboradora de "Olvida tu equipaje", un correo en que explica su opinión sobre lo que pasó a raíz de la huelga del 14-D de 1988. Su análisis me parece agudo y acertado, y entresaco de él algunas líneas:
"...lo que ha pasado después de esa huelga, partiendo de lo que pasó inmediatamente y es que Antonio Gutierrez se fue a negociar con Felipe González. Esto que parecería muy normal tras una huelga, no es inocente si vemos las consecuencias.
El lema de aquella fue contra el Plan de Empleo Juvenil. ¿Qué ha pasado después? Creación de ETT, precariedad laboral, contratos basura, más paro real, más jóvenes dedicados a trabajos ficticios procedentes de subcontratas, descapitalización y falta de profesionalidad en muchos sectores, circulación de potenciales trabajadores en todos los sectores menos en aquellos en los que se necesita más cualificación, etc, etc...
El lema de aquella fue contra el Plan de Empleo Juvenil. ¿Qué ha pasado después? Creación de ETT, precariedad laboral, contratos basura, más paro real, más jóvenes dedicados a trabajos ficticios procedentes de subcontratas, descapitalización y falta de profesionalidad en muchos sectores, circulación de potenciales trabajadores en todos los sectores menos en aquellos en los que se necesita más cualificación, etc, etc...
Por otro lado, más conformismo, menos combatividad, y más miedo a perder lo poco que tienen, con lo cual más "conservadurismo" en la acepción más literal de la palabra y con tendencia al pasotismo.
Otro aspecto que creo que nos llega de aquello es el nefasto papel de los sindicatos a partir de entonces.
Son corporaciones laborales, casi asociaciones y agencias de viajes en lugar de ser sindicatos de la clase trabajadora. Pero ¿es que ya no somos trabajadores? Somos todos profesionales o eufemismos parecidos para no mencionar algo que parece que huele mal y les huele mal porque su aburguesamiento es de tal magnitud que no hacen sindicalismo para obreros o trabajadores sino para negociar prejubilaciones, y contratos a la baja por no hablar de su entreguismo a partir de aquel momento en el que les fue duramente "leída la cartilla".
Dónde están ahora los líderes de entonces en el PSOE. Por no hablar de Antonio Gutiérrez que a partir de aquel momento negoció su futuro a cambio de destrozar CCOO."
Ahí queda, y no es poco. Rosa nos explica también la decepción y la rabia acumulados a lo largo de estos últimos años, que que ha hecho que se fueran de CCOO muchísimas personas.
Un dato más: hoy Antonio Gutiérrez es diputado por el PSOE y presidente de la Comisión de Economía del Congreso. Nada menos.
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